Posturas para la práctica formal de la Atención Plena
7 min de lectura - 02 Feb 2023 - por Nerina C.
La Atención Plena, te propone crear un espacio de práctica para que seas consciente de tus pensamientos primero y luego, puedas observarlos sin juicio para dejarlos ir.
La meditación mindfulness es una forma de entrenar la consciencia y obtener un sentido de perspectiva saludable.
Podemos definir a la Atención Plena como la capacidad de estar PRESENTES, de reposar en el único momento que tenemos, el AQUÍ y AHORA, comprometiéndonos con lo que sucede y hacemos en este momento.
Observar los pensamientos y emociones, sin juzgarlos no es tarea fácil; pero eventualmente obtenemos una gran recompensa: nos comprendemos mejor, aprendemos a estar menos en nuestra cabeza y a ser más conscientes del momento presente. También logramos alterar físicamente al cerebro reconfigurándolo hacia pensamientos y emociones más positivas, pero no nos adelantemos, de esto te hablaremos en nuestro próximo artículo.
La meditación es una habilidad.
Como toda habilidad, para poder desarrollarla, necesita de una práctica constante.
Cuando nos disponemos a meditar, es posible que nos sintamos abrumados. Pero recuerda que la meditación no tiene que ser abrumadora.
Y aquí es donde empiezan las dudas: ¿Lo estoy haciendo bien?; ¿Es normal quedarse dormido, dormida?; ¿Por dónde empiezo? ¿Puedo meditar acostado, acostada?
“Predisponernos a meditar puede afirmar la fuerza y el valor que tiene esta vida vivida en el presente” Jon Kabat- Zinn.
Bien, para empezar ten en cuenta que lo que la práctica de la Atención Plena, te propone es crear un espacio de práctica para que seas consciente de tus pensamientos primero y luego, puedas observarlos sin juicio para dejarlos ir.
Esto implica crear o buscar un espacio físico acorde a tus necesidades. Un espacio en donde en todo momento puedas sentir comodidad. Con la menor cantidad de distracciones posibles, tranquilo, con luces tenues, almohadones o cojines que te ayuden a encontrar la postura en la que te sientas más cómodo, cómoda.
Pero, ahora bien ¿cuál es la postura correcta?
La postura correcta, dependerá de la clase de experiencia meditativa que deseas tener.
Hoy, te compartimos 5 posturas diferentes: yacente; sentado; erguido; paseo meditativo o Mindful-Fitness.
Con cualquiera de estas posturas, es posible observar nuestros pensamientos a cada instante y lograr una mente calma y pacífica. También mejoramos nuestra consciencia corporal y facilitamos el entrenamiento de nuestra mente.
Elegir la postura correcta podrá marcar la diferencia entre caer en el pensamiento ansioso o estar haciendo un gran trabajo de atención plena.
Esta son posturas que tomamos en la práctica formal, pero debemos tener en cuenta que aún en la vida cotidiana es importante recordar que no somos nuestros pensamientos (no somos nuestras ideas, nuestras opiniones ni las creencias a las que estemos aferrados) que estos pensamientos no son necesariamente ciertos y que, muchas veces, son inútiles y pasajeros.
Ahora, analicemos cada una:
- Postura yacente: Aquí meditamos acostados. Esta práctica lleva consigo el riesgo de quedarnos dormidos, para ello debemos tener en cuenta que estamos realizando una práctica orientada al despertar en el sentido convencional de no dormirnos en su sentido más profundo de permanecer atentos.
- Postura sedente o sentado: Aquí meditamos sentados, con la espalda recta y la cabeza alineada con el resto de la columna vertebral. Puedes practicarla sobre un cojín, almohadón o silla, con tus manos sobre tus rodillas.
Dentro de esta postura podemos encontrar las llamadas posturas de loto y medio loto.
- Meditación de pie: como si se tratara de un árbol. Es una de las posturas más antiguas, básicas y fáciles de lograr. Ideal para que los meditadores principiantes, tomen un primer contacto con las técnicas meditativas.
- Paseo meditativo: es otra práctica interesante y sugerente en la que se plantea no tanto como la misión de la llegada a un destino en particular, sino la voluntad de tomar consciencia del propio caminar, así como la necesaria atención a la respiración
- Mindful-Fitness: una práctica que combina lo mejor del entrenamiento físico con la Atención Plena. Toda actividad física es beneficiosa para nuestra mente y cuerpo, y esta es una buena forma de empezar lenta y conscientemente.
Siempre recuerda y ten presente que LA POSTURA ENCARNA LA ACTITUD.
Debe ser una postura en la que “nuestro cuerpo afirme, irradie y transmita una actitud de presencia, de que estamos comprometidos a reconocer y a aceptar todo cuanto emerja en un momento determinado”. Jon Kabat-Zinn
Y en base a esto, Eric Knouse Jr, CEO de Mindful Science, comenta: “La postura es realmente importante. El objetivo principal es enviar una señal clara al cuerpo de que está seguro, que puede descansar y reponerse. Es por eso que, desde Mindful Science, siempre recomendamos practicar en una silla, con la espalda recta, los pies apoyados en el suelo y palmas hacia arriba… relajado, sin tensión en el cuerpo. Una vez que el cuerpo sienta seguridad, liberará endorfinas que lo inundarán con hormonas para sentirse bien. El cuerpo puede comenzar a sanar lo que sea necesario y es entonces cuando la transformación personal comienza.
A través de esta práctica constante y volviendo al espacio de práctica de la misma manera, el cuerpo se entrena, entonces, para recordar el hábito, recordar el bienestar que sabe producir cuando es constante.”
La práctica meditativa es un trabajo lento y disciplinado. Es un trabajo de instantes, de toda la vida, todo en uno.
Practicar una y otra vez cualidades como la dignidad, la quietud, ante cualquier estado mental que se nos presente, nos proporciona una base sólida y confiable para mantener la atención plena y la ecuanimidad, incluso en momentos de mucho estrés, agobio emocional o pensamiento rumiante.
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¡Gracias por leernos!
¡Hasta pronto!
Texto de Nerina Crocce para Mindful Science
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