¿Es normal tener problemas al meditar?

 ¡Claro que sí! Recuerda que como cualquier nuevo hábito se necesita constancia y paciencia para sentirse cómodo, seguro y tranquilo.  En este artículo te dejamos algunos consejos prácticos para los problemas más comunes que se presentan a la hora de sentarse a meditar. 

Está científicamente comprobado que el mindfulness puede ayudarnos a aliviar el estrés y la ansiedad, dormir mejor, estar más presentes y favorece a la concentración y atención. 

Pero, tal vez, al momento de sentarte a meditar, resulta que la práctica no es exactamente como pensábamos. Podemos sentirnos abrumados; incómodos; atravesados por las situaciones cotidianas o simplemente preocupados por estar haciendo algo mal. 

Desde los nuevos meditadores hasta los más expertos, se enfrentan a pequeños obstáculos al meditar. 

Cambiar la perspectiva con la que observamos o atravesamos los obstáculos que se nos presentan, es la clave. Poner en práctica la amabilidad y compasión, nos permite entender que, son parte del entrenamiento de la mente para aceptar las cosas tal y como son, observarlas sin juzgar y dejarlas ir.

¿Por qué cuesta tanto?

La práctica nos permite y enseña a sentirnos cómodos con nuestra mente tal cual es. NO se trata de control mental, magia o un superpoder. Si se presentan muchas dificultades para meditar, es probable que nos estemos esforzando demasiado por controlar la mente y la práctica misma. 

Ten presente que la mente siempre va a pensar, incluso durante la meditación; la clave está en aprender a observar esos pensamientos, sensaciones y emociones, sin juzgarlos y dejarlos ir.

Entonces para alcanzar efectividad, te sugerimos: abandonar las expectativas que tengas de la práctica en sí.

Recuerda: no importa los obstáculos que surjan, lo estás haciendo muy bien.

Aquí resolveremos las 6 dudas más frecuentes.

  1. ¿Qué pasa si no tengo tiempo suficiente para meditar?

Sólo necesitas unos minutos para meditar al día.

Desde Mindful Science te recomendamos diseñar tu modelo de prácticas de acuerdo a tus necesidades. Te sugerimos que realices tus prácticas a la misma hora cada día, esto es indispensable para generar el hábito. 

Si estás empezando prueba con micromeditaciones de 3 o 5 minutos para ejercitar tu cuerpo y mente, para luego pasar a meditaciones guiadas de mayor duración.

Lo importante es que te tomes un tiempo de conexión para tí al día. 

  1. ¿Cómo me mantengo motivado para meditar con regularidad?

¡Es normal no tener ganas de meditar a veces! Pero, si tenemos clara nuestra motivación todo se vuelve más fácil. Al ser conscientes de nuestro “por qué y para qué” todo se vuelve un poco más sencillo

Ten presente las siguientes preguntas: ¿Por qué medito? ¿Qué deseo encontrar? ¿Busco liberar tensiones? ¿Aprender a gestionar mis emociones? ¿Quiero sentirme menos preocupad@ por el futuro? ¿ Quiero encontrar equilibrio en mi vida diaria? Las respuestas te ayudarán a encontrar la motivación que necesitas.

  1. ¿Por qué me aburro tanto cuando medito?

Cuando no tenemos en claro nuestra motivación, el aburrimiento es inevitable, incluso para los meditadores experimentados. 

Al estar inmersos en la vorágine diaria, estamos acostumbrados a que nuestra mente y cuerpo estén ocupados, todo el tiempo. Cuando meditamos, nos detenemos y nos concentramos en tareas como: la inhalación y exhalación, la visualización, las sensaciones corporales.Todo esto es mucho menos estimulante para la mente. Pero ese es sólo un pensamiento como cualquier otro. 

En lugar de resistirlo, simplemente debemos observarlo y ver hacia dónde nos lleva. Al hacerlo, podríamos identificar que el "aburrimiento" no es más que la manifestación del cansancio, agotamiento o la insatisfacción.

  1. ¿Por qué me siento inquieto durante la meditación?

Nuestra mente no deja de generar pensamientos. Eso puede provocar inquietud o molestia durante la práctica.  Es natural que cuando esto sucede queramos detenernos, y al hacerlo, generamos más tensión y agitación.

En lugar de resistirnos debemos observarla tal y como es: como cualquier otro pensamiento y volver a centrar la atención en la respiración.

Recuerda: la respiración es el ancla al momento presente. 

  1. ¿Por qué sigo quedándome dormido durante la meditación?

El quedarse dormid@ durante la práctica es muy común. Ten presente que cuando nos disponemos a meditar, le estamos dando la señal a nuestra mente de que se relaje. Al aquietar nuestra respiración y mantener nuestro cuerpo en reposo es normal que nuestra mente interprete que nos predisponemos a descansar. 

Cuando esto sucede te recomendamos no realizar la práctica acostad@. Opta por una postura sedente, es decir sentado, sentada, con la espalda recta pero no tensa. Trata de mantenerte conciente durante toda la práctica. 

  1. ¿Cómo lidio con la preocupación o la ansiedad durante la meditación?

Es común que las preocupaciones o los pensamientos ansiosos aparezcan durante la práctica. 

En la mayoría de los casos, nos quedamos atrapados en un bucle de pensamientos ansiosos. Para que esto no suceda, enfoca tu atención en cualquier sensación física de ansiedad, por ejemplo cosquilleo en la panza. Al prestar atención en nuestro cuerpo en vez de la mente, podemos librarnos de las preocupaciones más fácilmente. 

Estas fueron algunas de las dudas más frecuentes que nos encontramos en nuestras redes.

Recuerda que la Atención Plena nos invita a vivir en el presente, a aceptar la realidad tal como es y a desarrollar una relación más compasiva con nosotros mismos y con los demás. 

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¡Gracias por leernos!

¡Hasta pronto!

Mindful Science y equipo.

Texto de Nayla Funes - Psiconeuroeducador
Corrección literaria: Nayla Funes y Nerina Crocce para Mindful Science.

Disfruta la calma y paz que mereces.

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